Todos éramos de izquierda

En 1979, cuando estaba de año sabático en el Instituto Tecnológico de Georgia, mi vecina en La Vista Villas –una señora mayor de origen griego – me dijo que había que sacar a patadas al presidente Carter de la Casa Blanca. Al indagar sobre las razones en las cuales ella sustentaba su drástica posición, me dijo que bien se lo merecía, por haberle entregado el canal de Panamá a los panameños. Bastó que le preguntara “Whose channel?” (¿el canal de quién?) para que mirándome como gallina que ve sal, diera por terminada nuestra conversación. No sé si salió a comentar con las otras viejitas del condominio o con sus hijos, que tras la apacible figura de su vecino se ocultaba otro comunista más. Igual me sucedió en Chicago cuando estaba estudiando postgrado, me tenían por comunista por haber leído la Fábula del Tiburón y las Sardinas del ex presidente de Guatemala Juan José Arévalo. No hay que olvidar que por esta obra, al padre de la democracia guatemalteca también lo tildaron de comunista....